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viernes, 2 de noviembre de 2012

El Caracol desarrolla el proyecto “inclusión sin discriminación: a favor de los derechos de las poblaciones callejeras”

En el marco del Programa de Coinversión Social de la CDHDF e Indesol

Fuente: CDHDF


Como parte de las iniciativas ciudadanas en materia de educación y promoción de los derechos humanos en el Distrito Federal, la Organización El Caracol desarrolla el proyecto denominado “Inclusión sin discriminación: a favor de los derechos de las poblaciones callejeras”.

El objetivo del proyecto es contribuir a la promoción y defensa del derecho a la libertad, integridad y seguridad personales de integrantes de poblaciones callejeras en la ciudad de México. Está dirigido a las propias poblaciones que viven en calle, a servidores públicos, personal y directivos de Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC).


El proyecto considera la promoción de la ciudadanía de este grupo, la participación en espacios de diálogo para impulsar acciones con enfoque de derechos humanos, al tiempo que se producen materiales educativos de difusión y sensibilización.

Los educadores de El Caracol desarrollan acciones de acompañamiento educativo con las personas que viven en situación de calle desde un enfoque de derechos y perspectiva de género.

La Organización plantea que históricamente las poblaciones callejeras han sido consideradas como objetos de tutela, lo que ha impedido su concepción como sujetos de derechos, lo cual a su vez provoca que las acciones encaminadas a atenderles ocasionen consecuencias adversas e incluso muertes.

El fenómeno social callejero ha evolucionado en las últimas décadas y ahora coexisten en el mismo espacio niños, niñas, jóvenes, mujeres, familias, personas adultas y mayores, todos ellos conforman las poblaciones callejeras.

Explica que usar ese concepto significa reconocer el carácter activo de las y los más pobres y excluidos de la estructura social, grupos humanos que sobreviven con sus propios recursos, en medio de las adversidades de la calle.

El Caracol hace notar que un ejemplo paradigmático en la ciudad de México consiste en llevar por la fuerza a niñas, niños, jóvenes y ancianos y ancianas callejeros a instalaciones cerradas con la noción básica de protegerlos.

Asevera que en, todos los casos, las personas callejeras regresan nuevamente a las calles, pero ahora, en condiciones de mayor exclusión y de mayor vulnerabilidad de sus derechos ante la necesidad de ocultarse para evitar estas “acciones de salvamento”.

De ahí que esta práctica habla del desconocimiento de esta población, de la negación de sus derechos ciudadanos y de la carencia de interlocución para encontrar alternativas que desencadenen procesos de cambio de mayor impacto.

Otro ejemplo de la carencia de políticas públicas en este caso son las acciones de limpieza social, actos de autoridad sistemáticos, focalizadas en poblaciones excluidas, que buscan un efecto inmediato, cuyo objetivo es desalojar los espacios públicos, lo cual atenta contra los derechos de estas personas.

Con el desarrollo de este proyecto, El Caracol, pone el acento en el hecho de que las poblaciones callejeras realicen ejercicio de ciudadanía, colocándolos como sujetos participativos al tiempo que pueden ampliar la percepción de posibilidades respecto de su intervención en la sociedad.

El Programa de Coinversión Social es apoyado por la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF) y el Instituto Nacional de Desarrollo Social (Indesol).

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